La reforma acometida consiste en una puesta a punto de un apartamento turístico de estancias cortas y medias en la calle Herbolarios, de Sevilla, de manera que se mejoren y actualicen sus instalaciones, pero también optimizar sus espacios de uso, de manera que la inversión realizada se amortice, mediante el acceso a un mercado de usuarios de mayor nivel económico, ofreciendo mejores instalaciones y servicios
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La cocina, como eje central en la dinámica de uso de este tipo de apartamentos, se concibe como una isla central perfectamente cuadrada con la única función de la preparación de alimentos. Así, se instala en este espacio la placa pequeña, el horno y la campana integrada.
Por otro lado, vinculamos la función degustativa a la puramente culinaria maclando los espacios de comer y cocinar. Así creamos un nuevo volumen de preparación-degustación en el que el blanco mármol, sintetiza y sintoniza ambas funciones
El volumen resultante mesa-altar hace que ambas funciones (preparar y degustar) se realicen en ambos planos subrayando la interacción buscada. El resultado evoca el ambiente social presente en las cocinas de antaño, y optimiza funciones y sensaciones, circulaciones y sentimientos, olores y palabras
La zona de descanso, se separa de la cocina y la mesa por medio del pasillo de circulaciones que separa funciones, también visualmente
En el baño se han resituado las funciones y con ellas las instalaciones, manteniendo la servidumbre de las redes generales. Se proporciona una conexión visual entre vestíbulo, baño y salón que proporcione una mínima iluminación natural, pero sobre todo una transparencia de espacios y un juego de visión-reflexión
. La ducha pasa a sustituir a la obsoleta bañera, y el inodoro se instala colgado con cisterna empotrada facilitando su uso, mantenimiento y estética
En los dormitorios se ha realizado una labor de racionalización dando más espacio al dormitorio menor y resituando la puerta. El encuentro de la nueva tabiquería con la ventana de madera, se ha resuelto con una pieza de madera maciza, a modo de mainel que se estrecha en la punta en su entrega a la ventana, resultando así dos hojas simples cada una a un lado de cada dormitorio. Un recurso sencillo pero efectivo y práctico
En el vestíbulo se instala en el espacio que ocupaba un armario empotrado, un mueble con la lavadora y un escobero integrado chapados en roble, conviviendo amablemente con un espacio expositivo vertical, para ciertos objetos históricos propiedad del cliente, que ilustran el uso de ferretería que ha tenido el propio inmueble en el que se instala el apartamento turístico, en la evolución del negocio familiar
Un espejo antiguo, enfrente, refleja este diálogo, amplía el espacio, y permite a los inquilinos comprobar su apariencia antes de salir a descubrir la vieja-nueva ciudad